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Al terminar de cenar nos dimos una breve despedida, como si mañana ya fuese tarde para hacer algo.
Mi abuelo siempre decía : «Hazlo hoy, y mañana lo disfrutaras».
Al llegar a mi casa, una ducha y a dormir. Escucha ruido mientras dormía pensando que llovía.
Una tormenta en mi corazón de pronto llegó, el teléfono sonó, mi hermana pequeña lloró y… todo acabó.
Al cogerlo una mala noticia me llegó, «tu abuelo acaba de fallecer». Me quedé anonadada respondiendo «vale», colgué y me fui a dormir como si de un sueño tratara.
Me desperté, me senté en el borde de la cama y me eché a llorar viendo que lo de anoche era verdad. Algo muy triste dentro de mí quiso gritar y no parar de llorar, pero se quedó en eso; hasta que me acerqué a su casa y lo vi.
Allí estaba, tumbado en la cama, frío como el hielo y sin decirme nada. La tristeza me rodeaba, y entonces comprendí «Hazlo hoy, porque mañana puede ser el fin». Esa noche él ya sabía que algo pasaría, que algo no iría bien, pero no lo quiso comprender.
Nadie muere si sigue en tu alma, tu corazón y tu mente. Los recuerdos son lo más bonito que te quedarán a lo largo de la vida, por ello, haz cada momento único, y vívelo.
Vívelo como si del último tratara.
Acerca del autor
Escrito por: Clara María Zambrano Ávila
No tengo curriculum literario, simplemente soy una aficionada. Una chica a la que le encanta escribir sus pensamientos en un papel, su manera de desahogarse y evadirse con el mundo.
Es la primera vez que quiero compartir algo.
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Bravo! ¡Maravilloso relato corto y emocionante!