Un palito y una figura. Todo se reduce a esto, la vida, la muerte. Un palito y una figura, mi punto de mira y ese pobre desgraciado. Ahora sé porque vendan los ojos, no es por el condenado, es para que no veamos los ojos del que va morir. La última mirada de un hombre puede clavarse en el alma y hacerte perder la razón. Por eso les vendan los ojos, para no alterar la puntería. Pidieron voluntarios, pero no los hubo. Sermonearon con la disciplina y toda esa mierda, escarmentar a los que no pasan por el aro, hasta prometieron permisos, pero siguió sin ofrecerse nadie. Nos han convertido en matarifes, matarifes de boches, pero ninguno quiere serlo de los nuestros. Nuestros matarifes son ellos, cerdos, cerdos asquerosos. Ellos tenían que estar ahí delante y el palito sobre su silueta de mierda. Si fueran ellos no me importaría verlos mirar cagados de miedo. Este tipo no tiembla, tiene redaños, o le da igual ya. De alguna manera todo da igual, todos estamos muertos, es solo cuestión de tiempo. Al final eligieron a dedo a doce, no anduve listo. Gastón si, hizo un apaño con el cabo y lo cambiaron por el novato que está a mi derecha. ¿Han dado ya la orden? No se sí los demás han disparado y yo no, el tipo sigue en pie. El novato tiembla como una hoja, normal, llega al fregao y lo primero que le empluman es despachar a un camarada sin haber olido aún a ningún boche. Cerdos, cerdos asquerosos. Teníamos que volvernos todos, hacer la descarga a esos carniceros cargados de medallas, pavos reales sanguinarios. Cerdos, si los boches hicieran otro tanto todos volveríamos a casa ¿Han dado ya la orden? Ahora no se si el que tiembla es el novato o yo, igual temblamos todos menos él o quizá temblamos todos y también él, por eso parece que no tiembla nadie. El palito y la silueta bailan el uno con la otra, el palito es nítido y la silueta borrosa. Hay un cartucho sin carga, eso dicen, para que creamos que nuestra bala no va a matar a nadie, para que no nos sintamos verdugos ¡menuda chorrada! Ni siquiera creo que hayan dejado un cartucho sin carga, les da igual, preferirán asegurarse de que el colega se lleva lo suyo. Dicen que había desertado y al llegar a casa los gendarmes esperaban para trincarlo, otros cerdos los gendarmes. ¿Han dado ya la orden? Al final creo que el de mi derecha no es el novato sino el seminarista, ese igual si se ha ofrecido voluntario, menudo mal bicho el beato hipócrita. Se habrá ofrecido voluntario a escondidas para que no le escupamos a la cara y hasta le habrá sacado un permiso al mamarracho del capitán. ¿Cómo sabes que te ha tocado el cartucho sin carga? Por el retroceso, supongo, pero no creo que haya cartucho sin carga, cabrones. El colega tiene redaños, pero poca sesera ¿cómo se le ocurre irse a casa? era de cajón que sería donde primero buscasen. Podía haberle echado más cabeza y ahora no estaríamos aquí ¿Por qué no dan la orden? El lunático del teniente sigue con el sable en alto, eso es que no ha dado la orden, tiene que bajar el sable. Un palito y una silueta, ahora sí me parece que el colega está temblando, normal, menudo trago. Cerdos.
Escrito por: Miguel Ortego
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