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Pero no solamente se han dedicado a controlarnos, sino que en determinados
momentos históricos decisivos para la marcha de la humanidad, han
intervenido directamente para encauzarla en uno u otro sentido.
Andreas Faber Kaiser
¿Escucharon eso? ―Le dije a Los Insolentes―…no es locura mía. Son ellos. Más de uno se hizo cómplice con los comunicadores. Otra ves los ruidos preparados en el frente de batalla. Muchos fueron repentinamente contagiados por una extraña plaga, un lenguaje subliminal que alienaba mentes con las mismas ideas repetidas, ideas disparatadas y elementales que bien sembradas de carajitos entre la leche y el cereal podrían ser La Gran Promesa del Escrúpulo. Promesa… Perdí memoria de que se trataba lo que tanto prometían. Cuando nos empezamos a quejar nos volvieron a mandar a callar con agresiones y cárcel. Hablaban muy rápido de moral y todos escuchábamos sumisos de nuevo y con más miedo para olvidarnos del hambre y la miseria. En paz. Y yo lo que hacia era esperar mi turno para repetir el coro y lanzarme inmediato a recoger cuanto pudiera del cereal prometido.
Pero no llego nada. Todo el mundo vállese a su casa. Vamos, vállense a ladillar a su puta madre muertos de hambre. Vállense a la mismísima mierda. Así se oyó decir de alguien por ahí que no se puede decir ni nombre ni apellido pues si me descubren. Si me descubren… bueno. Digamos que se me olvido el resto. Lo otro recuerdo muy bien…los comunicadores con sonidos sofisticados y de un increíble poder magnético presumían diferenciarse de las voces privadas de significado. Aquellas voces lejanas que en una época fueron emitidas por salvajes primarios. Palabras como “tengo hambre, necesito medicinas, necesito empleo, me robaron de nuevo y no hay policías,”… Esas palabras en idioma de una civilización extinta nadie las entiende o no se oyen como los comunicadores pues a pesar de que sus sonidos estaban inhabilitados para designar objeto alguno podrían ser pegajosos y se vendían con rapidez espantosa. Se jactaban de poseer gracia. Requisito esencial para la conquista. Todas las palabras buenas sonaban bellas y podrían derrotar a cualquier enemigo moralmente. Eran mentiras encubiertas en forma de distracción. Seductoras. La tradición las imponía pues no había nada peor que un pueblo sin esperanzas, sin ley, sin razón para luchar. ¡Tiempos de alistarse carajo! Se trataban de mecanismos ofensivos y defensivos. Todo automático. Todos contra todos. Sálvese quien pueda. Pero civilizados… en paz y en orden no pasaba nada a la vista pues era por nuestro bien. Y no entendíamos. Yo quería creer, a pesar de no entender nada. Se supone que a ese paso y en poco tiempo alcanzaríamos por fin a ser “buenos”.
Yo tenía una gran duda. Pensaba en ella demasiado. No hallaba respuesta en mi cabecita de hombre mortal y ocurrió después de visitar al señor que tanto me hablaba de lo buena que es la playa y con unos buenos tragos de whisky veíamos pasar a las viejas hediondas a queso de año cerca de la iglesia. Apresuré mis pasos entonces y les seguí el paso de cerca. ¿Será que es asesino? ¿Un ladrón?-Una volteó con disimulo y le murmuró a la otra- Yo oía todas las blasfemias pero no me dejé inquietar por especulaciones ¿Porqué desistir de mi intentos de curiosidad? No estoy armado–Les dije–…los mensajes subliminales” ¿Qué será lo que tanto ocultan con ellos? Fingiendo naturalidad dieron la vuelta con indiferencia y empezaron hablar acerca de antros, vicios y permutas.
Lo disimulaban muy bien. Todos íbamos con nuestro número. El codiguito ese que metíamos en la pantalla y salían billetes como en la máquina de un casino. Si corrías con suerte te tocaba mirar a los lados con disimulo. Había ojos asechando. Gente con cara buena podría ser cualquiera. Tus oraciones serian inútiles. Ellos habían hecho también las suyas y no les iba a doler nada regalarte unas cuantas balas si te resistías al atraco. Comerías alimentos ricos en hierro. Yo llevé el numero mío también con devoción pero la condenada maquina se negó a oír mis quejas.
Al amanecer venían de regreso. El timo era de siempre pero ahora que repetían todas las palabras buenas de antes juntas y con más fervor eran más descarados. De verdad parecían buenos. Los comunicadores acaparaban un radio de distancia espantoso. Nadie sabia sobre las cifras invertidas en maquinas que reproducían divos extranjeros. Subliminales. Asediaban con un genero tribal y pegajoso y no se resistían a bailar ni los locos que, misteriosamente hace rato que los veía, pude constatar que escuchaban con atención y con gesto serio al Sabio Mosquera. ¡Se hacían los locos! Mosquera hablaba sobre una conspiración infiltrada entre la población. Es una manipulación…un grupito de ricos disfrazados de pobres, armados de utensilios de cocina, forjados en oro e incrustaciones de piedras preciosas asedian las calles a bordo de carretas lujosas inspirando el caos.
Con urgencia asediaban todos los costados. En las campañas políticas contrataban la guasa de Cazadores de Sentimientos y en medio de las confusas avenidas exigían agradecimiento por el cumplimiento de la entrega de coloridos afiches y panfletos. Alimentos ricos en hierro eran otros. La aldea agradecía esperando algo. Era testigo de las frecuentes discusiones entre bandos políticos: El Partido Unitario de Cerdos Solares y el Partido Opositor de Bagres Colorados aparecían en la literatura hecha por escritores de renombre, registrados en disputas de categoría histórica, periodística, panfletaria, épica y mitológica. Lo que no compaginaba para el pueblo espectador en ese cuento resultaba ser: ¿Cómo era posible que tales bandos que protagonizaban una imagen de eternos rivales se encontraban bailando juntos en las procesiones en honor al Mono en la calle La Plata?
Por la Plata baila el Mono-Les dije a ellos-…oí que por allá prometen trabajo. Llegaban tiempos de guerra y se hacían por dos razones: La primera era por negocios y la segunda exterminar humanos. Se fumigan como plagas. Y más nada. Les voy a revelar otro de mis descubrimientos: A conciencia hombres muy inteligentes cedieron sus inventos a las mentes mas enfermas ¿Confuso verdad? como aquel de nombre intrincado. El de la calle esa… por donde hacen la celebración del Baile del Mono, esa calle… ah. ¡Ya recuerdo!… ¡La plata!… la calle Jorge Plata ¡Por La Plata baila el Mono!
Es urgente empezar a darle solución a los problemas. Así decían, así entendían de acuerdo al plan. ¿No? ¿Y si no?… ¿Cual seria el plan?… ¡que voy a saber yo! La gente esta hecha de escrúpulos. Arrecha. Los Visitantes prometieron que nos harían encontrar tierras apropiadas para la siembra, fundar una nueva aldea, durante la travesía identificaríamos el lugar señalado con muchas cañas y juncos, nos ayudarían a progresar a cambio de nuestra adoración exclusiva, prohibieron corromper nuestro linaje con el de los inferiores extranjeros…pronto acabaría el problema cuando señalen El Día de Limpieza. De cumplir con sus mandamientos seriamos bendecidos para gobernar desde la cumbre a los pobladores del Nuevo Mundo.
Los insolentes subimos a la cumbre de la montaña para espiar a los 12 Sabios. Descubrimos como con mucha elocuencia hablaba el sabio Mosquera sobre “El Gran Misterio de la Vida”: Necesario es inventar la Nueva Promesa, es una ley natural mantener el fraude, la masa es inferior e ignorante, enviaremos Robots Militantes con órdenes estrictas de pacificar, elegirán culpables al azar entre contagiados por la plaga, los llevaran prisioneros, arderán vivos en la hoguera.
Pagábamos por ignorantes. Pagábamos por inferiores. ¿Lo somos? Pagamos porque vamos de aquí para allá haciendo todo lo que nos dicen que es bueno, lo que es malo, lo que es justo, ¿Y saben por que?… Yo no sé tampoco. Yo solo obedecía sin preguntar, como cosa de fe. Y lo único que veía en esas revueltas eran fanáticos contagiados por las consignas… ¡La enfermedad!… Iba uno contra el otro, hombre contra hombre, maquina contra maquina, y fue cuando entonces empecé a entender algo, que dejábamos de ser familias, ciudadanos, docentes, vecinos, funcionarios de la ley, humanistas, militantes, humanos… ¿humanos? ¿Entonces que éramos? ¿Objetivos a eliminar?… Frío. Estratégico… Eso es… racionales y civilizados… ¡Mierda!, ¡mierda!, ¡pura mierda! Y lo peor es que cuando llego a especular sobre cosas me empieza a dolerme la cabeza y nadie desde su zona de seguridad tampoco se atrevería a explicar que planeaban tanto los Visitantes allá arriba.
Sacrificio. La vida es un sacrificio. Desde que nacemos hasta el día que partimos de este infierno. Mundo de hienas y serpientes donde el mal parece no ser suficiente para que al fin las cosas se enderecen. (Asuntos de justicia) Nadie sabe de donde venían tantos rayos y flechas. Intenciones que no atisbamos bajo las pieles, escrúpulos una pila de… de eso, como aquellas maquinas que en realidad no han podido arreglar nada con sus pantallitas de colores, defender facciones, números, circuitos y placas ordenados por comandos de frías calculadoras. Los paraísos están ahí… a la espera. “Los paraísos siguen ahí… lejos, en cuentos y utopías donde todo es posible” ―Oí decir una vez de alguien o seria en sueños―
¿Escrúpulos?… Todo parecía muy limpio desde el origen. Comenzaba la guerra. Uno dictaba la orden, la decisión, intercedían mensajeros virtuales después de la firma, alguien pulsaba el botón, circuitos, marchaban maquinas, todo organizado, todo automático, como coreografía en un salón de baile las bombas caían sobre las casas de inocentes sin saludar siquiera. Solo caían. Boom.
Así somos… Así somos. Todo una aldea por hogar y se nos hacia cada vez mas chiquitica. Jorge Plata también lo vería con orgullo. Baila… Así lo ven nuestros ojos, así computan nuestras mentes como calculadoras que conocen de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones ¡Dividir!… Dividir el tiempo, vencer, crear prejuicios, inventar escusas, levantar banderas, fronteras invisibles, construir torres y muros, forjar hierros punzantes, la pólvora, más mentiras, usurpar, saqueo, las bombas, el fanatismo, la cobardía… Si, todo va bien―Yo quería creer―…. ¿Sino en que fallamos entonces? ¿Defecto de fábrica? Qué sé yo… ¿Muy pesimista?, ¿muy desconfiado?, ¿será que en fondo fuimos moldeados como buenos y hasta ahora todo marcha bien de acuerdo al plan?… ¿Creer?… ¿Puedo?… ¿Regenerarme de esos pensamientos? ¿Verdad? ¡Podría hacerlo!… Podríamos… Buena gente podría ser cualquiera…los números… racionales… conejos del sombrero. Baila… Ellos saben, están al tanto de todo ¡Nos vigilan!, ¡Nos cercan! ¡Nos controlan! están entre nosotros y no se les escapa nada pues faltaría poco para que se arreglasen y ni una sola piedra se vería volar en los aires. ¡Qué alivio!
Uno no contaba con ningún número. Uno solo imagina… uno nunca sabe pues hay mucho distorsionado y rencoroso mesclado llevando diligentemente una estrategia bajo el brazo. Podría ser cualquiera. Un rostro de esos. Bellezas ocultan monstruos. Podría ser aquel de la camisa de guayabera y los lentes oscuros. Ese. Va rumbo a la oficina, creo. Cualquier nombre salido de un recorte del periódico bajo la hojilla del señor Cirilo, el viejo barbero, un sujeto con las manos tras la nuca y los ojos tapados. La Policía modelando atrás, arrestado por jugar a la bolsa de valores. ¡Acaparadores!, reteniendo libros como: “El secreto que nos robaron”, “El nuevo aumento” “El Wall Street de los alimentos”, “¡Eso si que da real!” y como elaborar combustibles caseros a base de ocumo, La Pobreza es mental y El Hambre de Homero y otros mitos.
Yo y mis ingenuas expectativas. Como muchos otros profesionales intente los esfuerzo debidos, con tiempo y sacrificio, pero seguí desempleado. El orden ascendente en la pirámide de poder (que se supone estábamos por derecho de la Constitución del Escrúpulo como destinados a escalar)…no saciaba mis expectativas de progreso. Títulos que parecían ser papeles útiles certificaban que debías servir un papel a tu patria y en la mayoría de los casos servían para recoger polvo y polillas, en el abandono. Los contagiados acudían a las Casas de Militancia a pedir favores, permanecían horas, días, meses, y hasta años. Era como jugar un número a la lotería. Solo una mano tenía que abarcar a la otra, rodillas en tierra.
Nunca a los de las bombas se les imputó falta. Los males se fumigan. Y ¡Ya! Todo era para nuestro bien―Como Los sabios decían― y no pasaba nada pues los términos que los comunicadores manejaban sin escrúpulos como sonaban con natural gracia los subliminales, seductores, rotundos y sublimes como poesías de lata comprimidas como sardinas con aditivos químicos con todas las palabras buenas, todas mentiras buenas juntas parecían una verdad. La única. Yo quería seguir creyendo pero… ellos… los que de los faroles, les hacían creer a los sabios y a nosotros que éramos especiales, que éramos poderosos y que éramos sus únicos elegidos ―En realidad ignorábamos el gran secreto― al mismo tiempo ocurría en las demás aldeas.
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Acerca del autor
Escrito por: Erangel Rivas Parra
Escribo letras de hip hop y cuentos desde hace mas de 20 años. T.S.U en educación Integral. Productor musical rapero y escritor.
Como rapero soy conocido como Delegado Freshh, un MC , beatmaker y productor venezolano, activo en al escena underground. Este tema se llama «Lavan cerebros» cuya producción letra y grabación fue hecha por Delegado Freshh
Este tema se llama «Promesa del Escrupulo» cuya produccion letra y grabacion fue hecha por Delegado Freshh
Este tema se llama «Voluntad RMX» cuya produccion letra y grabacion fue hecha por Delegado Freshh
Este tema se llama «Cuando la muerte es necesaria» cuya producción letra y grabación fue hecha por Delegado Freshh
Este tema se llama «sangre Y fuego» cuya producción letra y grabación fue hecha por Delegado Freshh
por aqui descarga el album Guerra (no tiene portada)
http://www.mediafire.com/file/mrjvag22t9h9uwd/Guerra%282017%29-Delegado+Freshh.rar
Visiones en el Exilio (sin portada)
http://www.mediafire.com/file/8665p729d5kfajz/Delegado+Freshh-Visiones+en+el+Exilio+%28Delegado+Freshh+produce%29.rar
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