Tiempo estimado de lectura: 4 min.
Eran las 6:42 cuando aquella pesadilla volvió a interrumpir sus sueños arrebatándole su única vida existente. Sobresaltado se levantó rápidamente y observó aquel río de sudor tan característico suyo, seguidamente se dispuso a vestirse, con la misma camisa, pantalones y zapatos de todos los viernes, y como de costumbre salió dejando todo su habitáculo en un total desorden, con sutileza introdujo la mano en sus delicados pantalones de seda y extrajo de ellos el recuerdo que mantenía su esperanza latente en su interior más profundo, el lo miró y esbozo una sonrisa melancólica de añoranza, mientras sus fantasías cubrían toda su imaginación de destellos de alegría.
Su momento de reflexión ya había finalizado y sin más dilaciones se encaminó hacia la puerta que tantos días fuera testigo de su más vívida personalidad.
Salió apresuradamente del portal ya que el tiempo no iba a su favor, saludó a José y María al igual que todos los días, y continúo su rumbo sin prisa pero sin pausa, hasta que llegó al cruce donde se encontraba su consulta, pero antes de entrar observó la librería donde trabajara su mujer y sus pensamientos afloraron pero rápido se evadieron de su mente. Entró en su consulta e hizo el ademán de ordenar sus múltiples archivos pero cuando se disponía a realizarlo el timbre sonó, y su nuevo día en la realidad comenzaba.
Emilio se presentó puntual como cada viernes y le mostro su formulario con todos las preguntas contestadas excepto las dos primeras, lo cual significaba que su evolución se había mantenido constante, ya que siempre eran las mismas preguntas las que le producía incertidumbre a la hora de contestarlas. Él le sonrío y a Emilio le sorprendió aquella reacción tan inusual de su psicólogo, pero la novedad era la premisa para la evolución, así que era bienvenida. Tras revisar cada contestación de su paciente pudo comprobar que algo en su vida había cambiado porque sus respuestas emanaban positividad, algo muy favorable en la situación el la que se encontraba. Le formulo las primeras preguntas del cuestionario intentando buscar una reacción en Emilio, mas este, se mantuvo en su abstracción sin contemplar nada mas que su propia incertidumbre, el silencio reinó durante unos segundos en la sala, hasta que le volvió a preguntar sobre aquellos temas que tanto le incomodaban a Emilio y tuvo por fin la contestación que tanto deseaba:
– ¿ Qué es la vida para ti, Emilio?
– La vida es un tren sin rumbo fijo, que solo hace dos paradas, la primera, al nacer, puede resultar fascinante porque al entrar descubres todo un mundo nuevo de oportunidades y la segunda, al morir, aún es más fascinante porque ya no te acuerdas que había antes de entrar, y esa es la esencia de la vida, lo desconocido muchas veces temido pocas amado pero siempre presente.
– ¿ Cual es el sentido de tu vida?
– Contemplar la belleza de la vida en su máximo esplendor y aguardar hasta la última parada, donde mi viaje habrá finalizado.
La conversación continuó pero el objetivo ya estaba logrado y eso era lo que realmente sería útil para el futuro, ya que su evolución continuaba. El diágolo abarcó diferentes temas y épocas, desde Castelao hasta el psicoanálisis de Freud y la logoterapia de Viktor Frankl. No solo fue un diálogo pausado sino que hubo momentos precisos de debates sobre algunos acontecimientos de la historia, en los cuales cada uno tenía una opinión opuesta, y es esa la esencia del ser humano, saber escuchar y respetar en la justa medida las ideas respetables, ya que hay ideas inocuas de fundamentos que solo fomentan el odio y hacen que el ser humano se transforme en simples objetos de manipulación, cada cual valora y decide conforme a sus principios.
Durante el transcurso del diálogo la sombra del pasado de Emilio brotó de sus más íntimos recuerdos y la necesidad de compartir su pensamiento afloró de forma instantánea en la conversación:
– ¿ Recuerdas cuando aún tenía la esperanza de llegar a ser alguien?
– Siempre fuistes víctima de tus pensamientos ya que ellos te controlan y te impiden ver los horizontes de tu camino, pero el camino sigue estando ahí, y cuando seas capaz de desterrar los malos augurios todo volverá a ser lo que en un día fue.
– Pero eso lo veo imposible, porque ya son varios años obviando la razón y siguiendo al miedo, ya es tan oscuro todo que la luz ya no se asoma para guiarme en esta aventura, estoy solo ante el destino
– La luz siempre estará en tu interior, la clave es encontrarla y convertirla en el guía de tu travesía. Observa el futuro, vive el presente y mantén latente el pasado. Vuelve a recuperar aquel sueño que tantos días llenó tu existencia de pasión y esperanza, y vuela junto a él.
Emilio quedó cogitabundo y tras una breve pausa de imaginación, volvió a la realidad, pero ya no era la misma, ya que algo en él había sufrido un cambio. Los sueños de la adolescencia renacieron del olvidado rincón donde los había dejado, ahora solo quedaba retomarlos y crear su propio destino.
Acerca del autor
Escrito por: Xián Antón Lorenzo Rodríguez
La vida nos ofrece oportunidades las cuales son accidentes del azar.
Como siempre, te invitamos a que nos dejes tus opiniones y comentarios sobre este relato en el formulario que aparece más abajo.
Además, si te ha gustado, por favor, compártelo en redes sociales. Gracias.
Y si te quedas con ganas de leer más, puedes entrar a nuestra librería online
Una reflexión profunda sobre la vida. Muy bien enlazado y analizado.
Un soplo de cordura en este caos.