Cuando el camino recto no sea el mas indicado que tengas que seguir
y el silencio sea dueño de tus pasos,
si ves que tu sombra pulula como la niebla, humedeciendo tus huesos,
y las huellas de tu alma buscan cualquier alcantarilla para esconderse
siempre puedes visitar su dulce calle.
Ahora, que si decides andar por el camino torcido,
dispuesto a caer una vez tras otra en el duro invierno,
recuerda los tristes susurros de su voz,
y el sonido de su poderoso órgano.
Su voz quebrada, su risa misteriosa,
las suelas de sus danzantes zapatos marcados en la nieve,
tu mente buscando perseguir la suya, tan paupérrimamente,
de una forma tan desalentadora.
Protegiéndola de los miles juegos de azar
que se la cruzan en cada esquina
tu sabes que ella es capaz de superarlos,
crees en la profunda honestidad de su cuerpo y de su mente
induciéndote de nuevo a una nueva lucha entre el polvo y la tierra.
Acerca del autor
Escrito por: Josué Nebreda Herrero
Hago poemas desde hace un tiempo, pero nunca me había atrevido a compartirlos. No tengo por tanto curriculum literario. Espero que os guste el poema.
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