Te pido perdón, por los jarrones rotos,
las lágrimas de lloro y los agujeros del corazón,
por dejar fantasmas merodeando a mi alrededor
y sobre todo, por haberte hecho llorar, corazón.
Oh corazón, que aún blindado de titanio,
desgraciado e inconsciente yo, se rompió,
y no me queda aliento en el alma para pedirte,
oh mi corazón, todo el perdón que pueda darte.
Mantengo aún mis lágrimas escribiendo esto,
oh mi corazón, aún roto el tuyo y el mío,
yo, te pido perdón, a ti, mi única religión
Oh, corazón, ya poco puedo hacer yo,
que muerto en vida por lo ocurrido,
aún te sigo queriendo, porque tú, tú eres mi único corazón,
oh corazón, corazón…
Photo by Ed Robertson on Unsplash
Acerca del autor
Escrito por: Ginés Cervera Martínez (@SrSukee)
Joven aficionado a la poesía. Estudiante español de Murcia, aficionado a toda índole de arte. Escritor de varios microrrelatos y cientos de poemas (no todos publicados aún). Escritor aún sobre libretas en blanco.
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