Algunos ojos de mujeres
Son caudalosos
Son engañosos
Son misteriosos.
Se van metiendo
Con profunda calma
Que cuando se van
Te dejan sin alma.
Son un juego de azar
Qué incluso te pueden matar
Cuando te dicen que no te
Quieren amar.
En noches te enseñan
A desaparecer para sentir
Sus más dulces placeres al enloquecer.
Te hacen estremecer
En cada amanecer
Y te dejan siempre
Con las ganas de volver a nacer.
De dios o del diablo
Vaya uno a saber
Pero siempre conceden
Ese dulce placer
Que se oculta entre las redes
De su sublime ser.
Quien no entienda
No sabe lo que es pasión
Y solo encuentra en ellas
Acordes de una canción.
Que hasta en días de lluvia el mar figura el ocaso, formando caminos incontrolables en las arenas, que con la compañía del viento va destilando suaves voces diciendo
Sean mis fantasías
Sean mis utopías
Sean todo de mí
Porque siempre serán esos fuegos fatuos que jamás dejaran de existir.
Photo by Alexandru Zdrobău on Unsplash
Acerca del autor
Escrito por: René Albores (@renealboresg)
Originario del estado de Chiapas, México. Actualmente estudiante de la licenciatura en Historia por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas “UNICACH”. Ha participado en encuentros de estudiantes de Humanidades, como de igual forma Presidente organizador del V Intercongreso de la licenciatura en Historia, participante en revistas culturales: “Revista Duvalier: Letras y voces de Chiapas”, “Revista Mimeógrafo”, “Antología internacional Cajamarca, identidad y Cultura” y “Revista digital e impresa de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, entidad académica multidisciplinaria de la Universidad Nacional Autónoma de México”. Actualmente se encuentra en investigación sobre el aspecto Histórico de la familia Corzo en los siglos XVIII Y XIX (Linaje, haciendas y labor política en Chiapas).
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