Lágrima que se pierde en la batalla
Y cual soldado, a espada presta
Redención por bandera
Un alma que renace de la intensa contienda
Enemigo incorpóreo de sobresaliente poder
Destructor de sueños a ritmo de lágrimas perdidas
Amo y señor de silenciosos cielos
Juez y verdugo de vivencias marcadas con sangre
Enemigo a batir
Pues no reside en páramo alguno
Sólo visible cuando el corazón es la ventana
Soldado osado que planta cara a su propia demencia
Enfrentando duras verdades que mataron sonrisas
Plantado frente a su alma se dispone a la batalla
Si oscuridad me trajiste, soy la luz que calle tu tristeza
Más por propio orgullo y amor romperé tus cadenas
Soy soldado de puños ensangrentados
De lecciones aprendidas en golpes merecidos
Enemigo insistente golpea con culpas, golpea con arrepentimientos
Haciendo alusión al don de provocar dolor
Enemigo revive historias oscuras de inciertos pasados
Se jacta de la desesperación del aguerrido soldado
Le mira a los ojos con fuego en el interior
Le marca de por vida con una mueca de satisfacción
Enemigo ve victoria, ve final en esta guerra
Mas soldado se fortalece y empuña su bandera
Poderoso castigo de mi propio yo
Lema a fuego grabado defiende este soldado
Pues vencer y renacer no es opción
Es imperativo el luchar contra este demonio
Es la virtud del orgullo lo que hace crear camino
Palabras poderosas que nacen del interior
Fortalecen al soldado, en atisbo de bravura
Renacimiento se otea en el horizonte
Cual llama prendida en unos ojos teñidos por nervio
El soldado prepara un último aluvión
Bajo su propio encantamiento se alza en la penumbra
Blande alas que los vientos no acarician
Los dioses escudriñan tal conducta, en busca de un porqué
Más silenciosas respuestas encuentran
Enemigo se rinde
Pues a sabiendas de su derrota pacta con el soldado
El vivir en su interior a modo de escarmiento
A modo de enseñanza
Con certeza de aprendizaje
Soldado muestra victoria
Muestra orgullo y al fin satisfacción
Mas inocente soldado…
Victorioso se presenta
No entiende que jamás tuvo tal lucha
Pues renació de su propio perdón
Acerca del autor
Escrito por: Carlos Rosal Matas
Escritor aficionado, participante en varios concursos de relatos cortos y poesía
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Hombre Carlos que sorpresa!! No soy de poemas pero te felicito!!! Sigue así!!
Muchas gracias Leonardo. Siempre es reconfortante ver que hay gente a la que le gusta lo que escribes. Seguiré esforzandome. Gracias de nuevo!!!
Muchas gracias Leonardo. Siempre es reconfortante ver que hay gente a la que le gusta lo que escribes. Seguiré esforzandome. Gracias de nuevo!!!