Arrullo su nombre en un breve suspiro, como vástago en el hielo anida en el brío. Pudiste ser azucena y trenzar tu cabello con hilos de seda. Mejor pececito, para nadar en mi pecho como en río de plata. Estambre o pistilo, tu risa el preámbulo en mi vientre vacío. Dejavu vas de prisa como brisa inconclusa no te logro alcanzar, y como flor de luna no te pudiste quedar.
Acerca del autor
Escrito por: Fanny León Orellana
Psicóloga de profesión. Comencé a escribir en tiempos de pandemia. he publicado solo en mi facebook e instagram Fanny alejandra León Orellana
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Existía un planeta dentro de la galaxia, que se encontraba moviéndose en la vía láctea, en medio de nada y en la oscuridad, yéndose lentamente a un vacío. Llegando al borde de un gran hoyo oscuro, teniendo la resignación de desaparecer de la existencia. Mientras su interior, no se encontraba sensación de vida, de alguna esperanza de emociones. Dentro de este camino de oscuridad encuentra una supernova, un ende lleno de luz y de una celestialidad. El planeta nunca presenció una energía, llena de vida, de autonomía y vigencia. La supernova vio esté planeta, muy opuesto a ella. Pero cuando se acercó vio una atracción química, de energía entre ellos. El planeta sabía que esto era algo, momentáneo y que darte o temprano, este momento mágico, no se iba repetir nunca en su vida. el planeta se quedó perdidamente atraído por supernova, estuvo millones de años esperando, si regresaba aquella sensación, de encontrar un sentido a la existencia, lentamente llega el momento, de ver la realidad, de que todo tiene un inició y un fin