Son las nueve de la noche. Hoy oscureció temprano
Los departamentos ajenos siempre despiertan esa sensación vaga de soledad
Que todo hombre o mujer tiene al venir a este mundo, en la gran ciudad
La luz cálida se reflecta en la madera de los muebles
Un balcón es divisible a las afueras de tus encantos
Me invitas a pasar, a fumar un cigarro, pero yo lo rechazo
Ya conoces las intenciones de todo hombre
“Follar, enamorar, querer, olvidar”, son principios básicos
Aunque ambos no creamos en el amor
Ni en esos cuentos de pobres diablos
Yaces a mi lado pero pareciera que la distancia nos gobierna
Eres un frío cáliz contrario a lo que luzca tu piel morena
Y sigues fumando… y yo parado como esperando
Sin embargo no espero nada, sólo que digas algo
Guardamos silencio mirando al horizonte
Perdiendo la mirada sin fijarla en edificios, o calles, o coches
Soy un extranjero en las tierras de tu mente
Estoy perdido y no hay espacio para lo que tu corazón propone
No me interesa nada de tu pasado
Creemos que conocer gente es hablar un rato
…No hay mayor engaño
No hay mayor estafa ni peor robo
Porque por más que quiera sus horas de pasión
Ambos sabemos en el fondo lo que es estar abandonado
Lo que es que los sueños de la juventud se mitiguen y se desvanezcan
En maquillaje, cigarros, ropa formal y tacones altos
Quisiera acompañarla. Quisiera decirle que la amo
Pero es sólo un alma vagante por estas tierras olvidadas
Por estos recuerdos que nadie ve. Por estas palabras que no se dicen
Deslizo mi mano sobre su hombro y le doy un beso
Ella mira más distante de lo que su vista en el vacío quisiera
Quisiera verla, pero ya no como un objeto
Sino como una amiga, una hermana, una compañera
Y guardarla en los tesoros de mis recuerdos.
Photo by Clem Onojeghuo on Unsplash
Acerca del autor
Escrito por: Franco Zapata Kamann
Nací en Iquique, Chile, un 8 de Julio de 1994. La poesía es, si bien como la veo y como me sienta, una labor que tengo para expresar formas de entendimiento. Trato de concretar algo difuso, profundizar en algo sencillo, o simplemente proyectar situaciones y sentimientos en formas de expresión que espero se adecúen a lo que quiero trasmitir; aunque a veces la poesía sea sólo dejar fluir sensaciones: una ceguera frente al papel y esperar que lo que escriba tenga sentido, volver o un intento de orden a un caos… Yo espero que lo que escriba sirva de algo.
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