Vorágine de vientos de colores
que en el centro de su tensión
abismal e infinita,
gritan voces que gimen
la ternura del alma y el llanto eterno
de anhelos deseados.
Quién conoce cuando el infinito
se hace materia prima,
tosco ente que en su interior
se esconde el secreto de lo más hermoso,
del corazón gimiente.
Ese abrir lento, silencioso de pupilas calladas
que en su mirar no existe más
que el infinito rasgado por la espera callada.
Materia prima, informe,
energía cumulada,
revolviéndose para ser carne.
Carne que viene de los originarios rumores
de esplendor y belleza.
Quién formará la figura
que ha de habitar en la carne.
Quien contemplará en los tics vibrantes
de una mirada apagada el fulgor del fuego
de una vida esperada
de una eternidad latiendo en el alma.
Photo by Shifaaz shamoon on Unsplash
Acerca del autor
Escrito por: Salomé Parra Rodrigo
He escrito varias publicaciones sobre La Esperanza y el Nihilismo. Pero me gusta escribir poemas como el lugar de mayor expresión personal. Ahora me decido a publicarlas aquí.
Como siempre, te invitamos a que nos dejes tus opiniones y comentarios sobre este poema en el formulario que aparece más abajo. Además, si te ha gustado, por favor, compártelo en redes sociales. Gracias.
Deja un comentario