Tu vida inundada del cuento, sin haber nacido, el humo de tu cigarro,
las manchas de chocolate recorriendo tu cara.
El silencio de la calle con el trinar de los pájaros en el amanecer y las calles como tumbas, frías y silenciosas.
Mi rostro y mi ropa cubiertas de polvo, preguntándome que camino has decidido seguir y si piensas volver.
La vida del cara a cruz en tu moneda antigua, las palabras palpitantes saliendo de tu boca.
¿Qué puedo hacer yo que no haya intentado ya?
Tu cuerpo en brazos de otros hombres para al fin volver conmigo
La triste sonrisa de tu foto en la mesilla de cama, tu camisón en el armario.
Tu vida a la deriva en vasos y copas guiada por coches que no llevan a ningún pueblo.
Los cuartos cerrados, la vida de mis cuatro paredes,
Las bromas de los demás sobre ti y las tuyas sobre mí, la sensación de perdedor, el canto de los gitanos, la vendedora de flores.
La reina de las conquistas sobre territorios perdidos, la princesa de las relaciones serias,
Con un batallón solo para ti.
¿Es tan extraño que caigan a tus pies?
El deseo del regreso, la ambición del triunfo, aunque a veces se que debo perder,
El recuerdo del primer beso, con mis manos en los bolsillos.
Viento cortante en los callejones mientras buscas resguardo,
¿Y tus revistas de ama de casa mientras cuidas de tu marido?,
¿Ahora me hablas de la profunda soledad, cuando he estado tan solo?
Por favor, háblame de la sensación de querer coger el viento y ver como este se escapa de tu mano
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Acerca del autor
Escrito por: Josué Nebreda Herrero
Es la primera vez que envío un poema. No tengo curriculum literario, ni laboral.
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Pues que no sea el último que envías.
Gracias por los ánimos Antonio Manzano Molina. Ya he visto que también has leído el otro. Un saludo!