Qué manos… qué lápiz fue tan cruel,
de dibujar la línea…
esa delgada línea que divide los mundos;
un mundo de corbatas y de trajes de Armani
y un mundo de descalzos…
de ropas remendadas…
Qué lápiz… qué manos dibujaron,
a doncellas de calle, ocultas en rincones,
tratadas con desprecio, salvajemente usadas
y también dibujaron… a damas de alta alcurnia,
que venden hasta el alma, con oscura moral,
para lograr ser parte… de ese mundo trivial…
Quién dibujó los mares…
mares que han permitido, navegar en su piel,
yates de gran calado y fiestas de placer,
mientras en la otra línea… las balsas de papel,
se hunden en su vientre
y sólo queda el llanto, de una madre en la orilla…
Quién dibujó el amor… con flechas de Cupido,
alimentando cuentos de príncipes y reinas
pintando la invención, de todo aquel que sueña…
y se olvidó de amar…
amar a reventar… dibujando la vida,
de los que nunca cuentan…
Qué lápiz o qué manos, se atrevió a dibujar,
las mieles del progreso, su sabor, su arrogancia,
su estirpe, su elegancia…
y olvidó dibujar… las manos agrietadas,
las espaldas mojadas, venas acartonadas
de tanto sufrimiento, de hastío y desconcierto…
Quién dibujó este mundo, dividido en mitades;
de casta… de olvidados;
de poder… de sumisos;
de caviar y de hambruna;
trajes Prêt-à-porter y de… pieles temblando…
A quien lo ha dibujado… quiero cortar sus manos…
Acerca del autor
Escrito por: Ricardo Rodríguez Navarro
Simplemente un gran aficionado a la literatura en general
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