A veces, retazos de mí ser son congelados en el efímero tiempo, y algunos latigazos, apagan las llamas que dan luz a versos sinceros escritos en antiguos cuadernos, y sumergiéndolos en la más profunda oscuridad.
A veces, es mejor no dejarse engañar por la utopía de una falsa felicidad ilusoria circunstancial.
A veces, es mejor sufrir a ser torturado por tus sueños.
A veces, una mentira vale más que mil palabras.
A veces, nos agarramos a un corazón gélido.
A veces, suspiro escribiendo en silencio mis yoes.
A veces, la lucidez me abruma y sueño.
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Acerca del autor
Escrito por: Miguel Angel Zabaleta Sánchez
La vida ha sido, es y será mí literatura, mí escuela.
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