Mi padre me cantaba siempre antes de irse a acostar,
Y un día se fue
y jamás lo he vuelto a ver,
Y huérfana me quedé
y muy sola me dejó
No era un padre excelente,
no era un padre ejemplar
Solamente era mi padre,
solamente nada más
que se ganaba la vida picando negro carbón
y la gente le decía,
no piques tanto Ramón
que se te lleva la mina,
y la mina lo llevó
Cuando murió,
no quiso dejar la mina donde años trabajó
En la entrañas llevaba,
parte de ese carbón
Muchas bocas mantenían,
picando como un cabrón ¡
Sin apenas ver el sol
nadie lo echa de menos,
nadie se acuerda de él,
Solamente su única hija,
lo lleva en el corazón
Qué triste es no tener padre
Qué angustia y desolación
En este mundo señores ,
hay que ser agradecidos
Suele ser de buen nacido
de las cosas materiales,
de esas se acordaron bien
nunca voy al cementerio,
suelen ir otros a verlo
llevan flores a la tumba
porque a mi padre, no creo ¡¡
hipócritas y cobardes ,
ir a molestar el descanso
de mi padre
Acerca del autor
Escrito por: Pilar Diaz
Me vi forzada a defenderme.
Como siempre, te invitamos a que nos dejes tus opiniones y comentarios sobre este poema en el formulario que aparece más abajo. Además, si te ha gustado, por favor, compártelo en redes sociales. Gracias.
Deja un comentario