Ahí están; estoicos blandiendo su ciencia.
De pie ante la ponzoña del enemigo invisible.
Cuya corona puesta en su testa,
lo volvió soberbio; y de segundo, en segundo, aún más.
Hasta poner de rodillas a la humanidad.
¿Sera el apocalipsis? no lo sé.
Tal vez lo sea para mí, como ya lo fue para otros que el virus se llevó a su última morada.
Ahí están: con o sin yelmo, ante el rey Hades,
Quien se funde en la sombra y no se deja sentir, ver, oír o tocar.
Aun así, los hijos de Hipócrates agotados están salvando vidas, mientras poco a poco van falleciendo.
¡Oh! Hipócrates.
¿De qué genes hiciste a tus hijos que no huyen de la muerte?
Aun a sabiendas que muchas veces fallecen,
por la indolencia de quienes no le tienen apego a su propia vida.
Acerca del autor
Escrito por: Esequias Doblado Hernández (@esequiasher)
El autor es hondureño; Abogado de profesion. Gano en 1998 un premio unico, concurso auspiciado por el Instituto Centroamericana de Estudios Politicos, con sede en Guatemala. Gano dos concursos de ensayo auspiciado por la Asociacion de Estudiantes de Derecho de la Universidad Nacional Autonoma de Honduras. Fue columnista por 15 años en el desaparecido Diario Tiempo de Honduras. Y recientemente dejo de pubicar Columnas el diario el Periodico.
Como siempre, te invitamos a que nos dejes tus opiniones y comentarios sobre este poema en el formulario que aparece más abajo. Además, si te ha gustado, por favor, compártelo en redes sociales. Gracias.
Deja un comentario